La alimentación es una necesidad fundamental durante los desastres, y la respuesta humanitaria de ACCORD está guiada por las normas mínimas de Esfera en materia de seguridad alimentaria. Nuestros paquetes alimentarios, diseñados para una familia de cinco personas para una duración de un mes, ofrecen las calorías necesarias y una mezcla equilibrada de hidratos de carbono, proteínas y grasas. Para asegurarnos de su pertinencia, consultamos con las comunidades para incluir alimentos culturalmente aceptables, como arroz, frijoles y pescado seco, con aportaciones de nutricionistas para garantizar la adecuación nutricional.
Priorizamos la contratación local, obteniendo alimentos de cooperativas cercanas, lo cual reduce las emisiones, apoya a las economías locales y promueve las conexiones con y entre la comunidad. Por ejemplo, después del supertifón Rai en 2021, una cooperativa de Agusan del Sur suministró arroz y frijoles mungo a las comunidades afectadas, ayudando a reactivar prácticas de agricultura sostenibles.
En las distribuciones de alimentos, se priorizan los grupos en situación de mayor riesgo, entre los que se encuentran las personas mayores, las personas con discapacidades y los hogares encabezados por mujeres, niños, niñas o adolescentes. Los puntos de distribución accesibles aseguran que la ayuda pueda alcanzar a las personas con retos de movilidad, y los alimentos se entregan directamente cuando se necesitan.
La sostenibilidad es un principio esencial para ACCORD, que utiliza embalajes reciclables para reducir los residuos plásticos. Se alienta a las comunidades a traer sus propias bolsas, fortaleciendo la responsabilidad medioambiental y la apropiación del proceso de ayuda por parte de la comunidad.
Antes de la distribución de alimentos, se recopilan Puntajes de Consumo de Alimentos (PCA) de referencia para evaluar la seguridad alimentaria de los hogares. Estos datos ayudan a monitorear la eficacia de la ayuda alimentaria y controlar la diversidad de la dieta a lo largo del tiempo. El monitoreo posterior a la distribución (MPD) evalúa en mayor detalle el impacto de la ayuda alimentaria y sirve como base para cualquier ajuste necesario al programa.
Mediante el MPD, las personas receptoras de la ayuda proporcionan retroalimentación acerca de tres aspectos clave:
Este sistema de retroalimentación fortalece la rendición de cuentas y nos permite adaptar nuestras intervenciones con base en los aportes de las personas destinatarias.
Además de proporcionar ayuda alimentaria, ACCORD promueve la recuperación de los medios de subsistencia, distribuyendo paquetes de semillas para cultivar hortalizas de crecimiento rápido. Esto alienta a las comunidades afectadas a realizar una producción de alimentos sostenibles, o bien en pequeños huertos o bien en centros de evacuación. También proporcionamos formación en agricultura ecológica, ayudando a las comunidades afectadas por desastres a recuperar su independencia alimentaria (⇒ normas SEADS).
Este enfoque asegura que la asistencia alimentaria de emergencia se combina con la sostenibilidad a largo plazo. Al apoyar la producción alimentaria local y fortalecer la resiliencia comunitaria, ACCORD actúa en concordancia con Esfera, poniendo el foco en el vínculo entre la ayuda y la recuperación.
Al combinar la ayuda alimentaria inmediata con medidas de recuperación sostenible y asegurar la participación de la comunidad a lo largo del proceso, las intervenciones de ACCORD no solo abordan las necesidades urgentes, sino que también contribuyen a la resiliencia a largo plazo de las poblaciones afectadas por desastres. La consulta, la retroalimentación y el enfoque en la sostenibilidad medioambiental aseguran que las intervenciones sean dignas, con rendición de cuentas a las poblaciones afectadas, y en concordancia con el objetivo principal de las intervenciones humanitarias: salvar vidas y reducir el sufrimiento de las personas.